Visitas desde Enero 2009

lunes, 18 de mayo de 2009

VALORAR LA VIDA


“Yo he venido para que tengan vida, pero vida en abundancia” (Jn. 10,10), Jesús nos invita a trabajar, buscar y luchar para que todos y todas podamos vivir dignamente, teniendo siempre presente que para que exista esa vida en abundancia, no solamente con vivir basta, debemos tener un excelente sistema de educación, de salud, de seguridad social, en fin gozar y disfrutar de todos los derechos fundamentales, donde el respeto a la vida es uno o debería ser uno de los pilares fundamentales de todo ser humano. El tema que vamos a tratar hoy es sobre la seguridad y la vida.
El año 2008 se registraron en Venezuela más de catorce mil asesinatos (14.000) y esta cifra ha venido en aumento, que ha pasado con el valor y el respeto a la vida, a los demás, cada día que pasa pareciera que nos estamos deshumanización, estamos perdiendo el valor de las cosas. En la actualidad vale más un par de zapato que la propia vida.
Desde hace unos 5 o 6 años. La forma de los asesinatos ha venido variando, anteriormente era por resistirse al robo, por ajusticiamientos por parte de los cuerpos de seguridad, por peleas callejeras. Ahora el 70% de los asesinatos son selectivos, es decir por sicariato, muertes por encargo, la mayoría por ajustes de cuentas, luego vienen los robos y el último año aumentaron las muertes extrajudiciales, es decir ajusticiamientos por parte de los cuerpos de seguridad.
El problema se le ha escapado de las manos al gobierno en todas sus instancias, hay interés por otras cosas, que en algunos casos son hasta de menos importancia o trascendencia para el país, y se evidencia ineficacia en la búsqueda de salida para esta problemática. El Estados pareciera no contar con un sistema oficial de compilación de la información que podría permitir conocer de manera exacta la magnitud del problema y así encontrar las respuestas adecuadas. Esta es una característica que los países de América Latina tenemos en común. Además, cuando hay cifras oficiales, estas se encuentran siempre debajo de las cifras enunciadas por las organizaciones no gubernamentales, lo que muestra una tendencia de los gobiernos a minimizar el problema.
Al revisar el porcentaje de los ajusticiamientos por parte de los cuerpos de seguridad del estado, podemos apreciar un aumento en el año 2008. Del 33,59% con respecto al año 2007. En el año 2008 se registraron 509 casos de homicidios por enfrentamientos con la policía o asesinatos cometidos por funcionarios de cuerpos de seguridad del Estado.

Esa cifra representa un incremento de 33,59% con relación a la del año 2007 cuando en el país se registraron 381 casos similares.

La información está contenida en el informe de la memoria y cuenta que presentó la Fiscalía General de la República. En opinión de expertos en materia de seguridad el incremento obedece a que en la mayoría de los casos prevalece la impunidad.

Además, destaca el hecho de que la cifra corresponde al número de expedientes abiertos y no al número de víctimas. Por cada caso puede haber más de un agraviado. ¿Qué ha pasado con la propuesta de reforma policial, presentada por la CONAREPOL? Entre ellas la formación y profesionalización de los cuerpos de seguridad.
En las últimas semanas, ha estado circulando en nuestra ciudad, y sobre todo en nuestras barriadas, unos volantes que han empezado a atemorizar al colectivo, donde se habla de una limpieza social. ¿Esta es la solución a la problemática de la inseguridad? Claro que no. Tengamos cuidado con darle el poder a algunos grupos ya sean del estado o grupos irregulares, sobre esta aparente solución. Que no lo es y esto hay que dejarlo claro, esta no es la solución al problema, más bien vamos agravarlos aún más. ¿O es que acaso en Venezuela existe la pena de muerte, quien decide que personas son buenas o malas?
Nuestra carta magna en su artículo 43 consagra el derecho a la vida y la obligación del estado. “El derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de muerte, ni autoridad alguna aplicarla. El Estado protegerá la vida de las personas que se encuentren privadas de su libertad, prestando el servicio militar o civil, o sometidas a su autoridad en cualquier otra forma.”
Ante toda esta problemática, tenemos que hacernos una seria de preguntas. ¿Cuales son las causas del problema? ¿Cuales son las soluciones ante esta grave situación? ¿Cuál es o debería ser nuestra actitud como cristianos, cristianas? De lo que podemos estar seguros, es que no podemos quedarnos indiferentes e inertes ante esta situación que nos compete a todos los ciudadanos y ciudadanas de este hermoso país.
Debemos rescatar los valores que se esta perdiendo día a día, que les estamos enseñando a las nuevas generación, que mundo le vamos a dejar a nuestros hijos e hijas o a nuestros nietos o nietas, recordemos que la formación empieza en casa, la Doctrina Social de la Iglesia invita a todos los cristianos y cristianas a trasformar el mundo en donde vivimos, para que empecemos a construir el reino de Dios aquí en la tierra.


Teolindo Rojas Ferrer
Pastoral Social- Cáritas
Arquidiócesis de Maracaibo

No hay comentarios:

Publicar un comentario